¿Cuánto contamina cada tipo de coche?
Los nuevos protocolos medioambientales están generando preguntas de toda índole en torno a nuestros automóviles, pero hay una que sobresale por encima de todas: “¿Cuánto contamina mi coche?”. A fin de cuentas es la que va a marcar cuándo y dónde podremos conducir.
En este caso, lo primero que hay que tener en cuenta es que la única forma de saberlo con exactitud pasa por medir el consumo y las emisiones de cada vehículo. Y como es imposible llegar a ese nivel de detalle, echemos un vistazo a lo que contaminan los diferentes tipos de coche.
Gasóleo, menos CO2 y más NOx
Los modelos de gasoil son, sin duda, los grandes afectados por las políticas que se están llevando a cabo en las grandes ciudades europeas. Sin embargo, en términos de dióxido de carbono (CO2), emiten menos que los automóviles que se mueven con gasolina, ya que gastan menos combustible (la principal razón de su compra hasta la actualidad). Eso sí, expulsan mucho más óxido de nitrógeno(NOx), ya que los motores de encendido por chispa (como los de gasolina), casi no lo generan.
Gasolina, la opción a corto plazo
Ante la bajada de ventas de los modelos de gasóil, los grandes beneficiados son los de gasolina, al menos hasta que se dejen de fabricar si se llevan a cabo las propuestas del Acuerdo de París.
Como hemos apuntado, los automóviles que se mueven con gasolina emiten más CO2 pero menos partículas y óxido de nitrógeno. Y como ocurre con los diésel, los nuevos modelos contaminan mucho menos que los antiguos –de ahí que los anteriores al año 2000 no tengan ni etiqueta medioambiental–.
Híbridos, un paso intermedio
Los coches híbridos se están convirtiendo en una alternativa por dos razones: la primera es que contaminan menos, ya que cuentan con un motor eléctrico y otro de combustión, y la segunda pasa por el lento crecimiento de los coches eléctricos –debido a un precio más elevado y a su infraestructura de “repostaje”, todavía en ciernes–.
En cuanto a lo que contaminan, los automóviles híbridos consumen lo mismo que los de gasolina, excepto cuando se mueven por ciudad, donde pueden emplear el motor eléctrico y, por lo tanto, generar menos agentes contaminantes. Por esta razón, su etiqueta medioambiental es ECO.
El futuro es ¿eléctrico?
Finalmente, llegamos la modalidad que está llamada a liderar el futuro de la automoción, al menos si atendemos a los protocolos de anticontaminación de las grandes ciudades: los coches eléctricos. Estos cuentan con la etiqueta Cero y pueden moverse sin ningún tipo de restricción.
Como es obvio, son los que menos contaminan porque no generan gases, lo que no es sinónimo de “contaminación cero”. De hecho, para generar la energía que los mueve, si no se hace con fuentes renovables, se requieren procesos que provocan polución.
En este caso, la Agencia Europea de Medio Ambiente reconoce en el informe “Electric vehicles from life cycle and circular economy perspectives” que la fabricación de vehículos eléctricos genera un mayor impacto medioambiental, pero que su uso posterior reduce las emisiones que provocan el calentamiento global y minimizan la contaminación de las urbes. En total, desde los materiales que se usan para su fabricación hasta el final de su ciclo de vida, contaminan entre un 17% y un 21% menosque los modelos diésel y entre un 26% y un 30% que los de gasolina.
Fuentes: Mapfre.com
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